EL PERRO EN LA PUERTA DE LA CASA


Editorial: Ediciones Liliputienses
Año: 2021



Los primeros perros

Isla, no me iré de aquí
hasta que vea un cambio en el cuerpo de los otros.
Es decir, en mi propio cuerpo.
No me iré de aquí hasta ajustar todas las islas,
todas las formas de vivir rodeado.

Si soy un perro de la calle y la calle está vacía,
si muero de hambre y sed
¿a quién se lo anunciaré?
¿Delante de qué casa me plantaré a ladrar
para explicar a alguien que tiene el deber
de salvarme la vida?


Esa es la cuestión:
si recoger al perro y darle una casa
o si seguirlo un poco cada día con humildad,
pensando por qué un sitio u otro,
revelándole su propia geografía
para que se acostumbre a nosotros.

Quizá no haya que pensar que nuestra casa
es algo tan acogedor para los otros
como para nosotros mismos.
E incluso pensar que nuestra casa
es el lugar más violento
que los otros pueden imaginar.

Y este eres:
alguien que no quiere saber nada de su tierra
por amor a algo
que aún no tiene nombre.

Doy por perdida una tierra entera
y elijo una isla.

Los perros nos enseñan una fidelidad
que nunca deberíamos haber visto.



El dialecto de las islas

Nos habían dicho que en una isla
había una jaula pensada para nosotros.
Nadie ha visto esa jaula
pero cómo no creer
en todos los mensajes de los puertos,
en todos los expulsados.

La conversación sucedía en un barco,
a primera hora de la mañana,
con las islas naciendo.
Nos sentábamos en cualquier lugar,
los viajes estaban trazados,
los barcos construidos,
y en las islas se peleaban por acogernos,
pero todo era demasiado sencillo
para ser verdad.

Pero, ¿y si el agua está dispuesta
a decir la verdad sobre lo que ha visto,
sobre lo que ha soñado,
sobre los pájaros que se perdieron
o que se exiliaron por amor?
¿Cuánto tiempo ha pasado
desde que empecé a pensar en este poema
para vengarme de ti?

Si tengo palabra,
si dejé atrás aquella orilla
fue porque preferían verme jugando
que diciendo la verdad.
Ahora juego
y digo la verdad
en la misma frase.

Al final de este viaje
podremos hablar de las ausencias
sin entristecer a nadie.

Mark