TRES POEMAS DRAMÁTICOS
Editorial: Ediciones Liliputienses
Año: 2021 (2ª edición)
Año: 2021 (2ª edición)
Del prólogo de MARTÍN RODRÍGUEZ-GAONA
Tres poemas dramáticos de Pablo Fidalgo Lareo es una obra importante por el momento en el que se publica y por sus propios méritos formales. Constituida por la recopilación de El estado salvaje. España, 1939, Habrás de ir a la guerra que empieza hoy y Solo hay una vida y en ella quiero tener tiempo de construirme y destruirme, el conjunto brinda la prueba de que una época de silencio y autocensura ha concluido en la poesía española. El autor poetiza y da representación escénica a una tajante instrospección sobre la memoria de la España contemporánea, repasando hechos en absoluto desconocidos y que, sin embargo, pocos habían explorado con tanta radicalidad y contundencia Y, para dicho recuento, Pablo Fidalgo Lareo asume abiertamente un posicionamiento generacional. Entrado el siglo XXI, en el contexto de unaprofunda crisis internacional, la Guerra civil persiste en España com experiencia traumática, a la manera de una escena prima, cuyo rebrote consecuencias son aún más graves por ser algo que no se quiso ver (y mucho menos reconocer o expurgar).
La escritura de Pablo Fidalgo Lareo coincide con muchos de sus contemporáneos al concebir la poesía como un proceso, como un proyecto que no se reduce solo al libro, sino que fundamentalmente plantea algo para experimentar y compartir. De allí la predilección por el trabajo comunal y la decisiva reivindicación de la oralidad, incluso como propuesta política. Este es el sustrato de su trabajo con lo performativo que, en su caso, a diferencia de la mayoría de los poetas que buscan su audiencia en las redes sociales, no es meramente lírico narcisista o efímero. Pese a matices y diferencias, otro punto de contacto sería su férrea independencia artística (alejada de cualquie clientelismo), que lo conduce a una decidida apuesta por la autogestión, fundamental para su actividad como hombre de teatro. Así, sobreponiéndose también a la dictadura de la actualidad y la autorrepresentación virtual, el reto es forjar una nueva poesía dramática. Este proyecto está en sintonía con fenómenos contemporáneos como la Slam Poetryautores como Angelica Liddell, y tiene antecedentes en poetas performativos como David Antin y John Giorno. Pero sus bases se remontan a la obra de cumbres de la dramaturgia moderna como Eliot (la voz coral alegórica), Brecht (la desnaturalización como recurso político) o Pirandello (lo metateatral). Lecciones que se aprecian en el empleo de un plano simbólico y de referencias cultas (citas de Pessoa y Pound, entre otros) y que complementan y añade niveles a los soliloquios de sus personajes. (...)
Ver reseña completa aquí.
Tres poemas dramáticos de Pablo Fidalgo Lareo es una obra importante por el momento en el que se publica y por sus propios méritos formales. Constituida por la recopilación de El estado salvaje. España, 1939, Habrás de ir a la guerra que empieza hoy y Solo hay una vida y en ella quiero tener tiempo de construirme y destruirme, el conjunto brinda la prueba de que una época de silencio y autocensura ha concluido en la poesía española. El autor poetiza y da representación escénica a una tajante instrospección sobre la memoria de la España contemporánea, repasando hechos en absoluto desconocidos y que, sin embargo, pocos habían explorado con tanta radicalidad y contundencia Y, para dicho recuento, Pablo Fidalgo Lareo asume abiertamente un posicionamiento generacional. Entrado el siglo XXI, en el contexto de unaprofunda crisis internacional, la Guerra civil persiste en España com experiencia traumática, a la manera de una escena prima, cuyo rebrote consecuencias son aún más graves por ser algo que no se quiso ver (y mucho menos reconocer o expurgar).
La escritura de Pablo Fidalgo Lareo coincide con muchos de sus contemporáneos al concebir la poesía como un proceso, como un proyecto que no se reduce solo al libro, sino que fundamentalmente plantea algo para experimentar y compartir. De allí la predilección por el trabajo comunal y la decisiva reivindicación de la oralidad, incluso como propuesta política. Este es el sustrato de su trabajo con lo performativo que, en su caso, a diferencia de la mayoría de los poetas que buscan su audiencia en las redes sociales, no es meramente lírico narcisista o efímero. Pese a matices y diferencias, otro punto de contacto sería su férrea independencia artística (alejada de cualquie clientelismo), que lo conduce a una decidida apuesta por la autogestión, fundamental para su actividad como hombre de teatro. Así, sobreponiéndose también a la dictadura de la actualidad y la autorrepresentación virtual, el reto es forjar una nueva poesía dramática. Este proyecto está en sintonía con fenómenos contemporáneos como la Slam Poetryautores como Angelica Liddell, y tiene antecedentes en poetas performativos como David Antin y John Giorno. Pero sus bases se remontan a la obra de cumbres de la dramaturgia moderna como Eliot (la voz coral alegórica), Brecht (la desnaturalización como recurso político) o Pirandello (lo metateatral). Lecciones que se aprecian en el empleo de un plano simbólico y de referencias cultas (citas de Pessoa y Pound, entre otros) y que complementan y añade niveles a los soliloquios de sus personajes. (...)
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